Pasaron los años, me casé con mi novio de toda la vida, me compré una casa, un coche…ya sabes ¿no?, el sueño dorado, lo que se tenia que hacer, lo que estaba bien, todo un éxito jejej.
Tuve trabajos como gestora de grandes cuentas en una multinacional , directora de eventos en una agencia de publicidad, Coordinadora nacional de una campaña de seguros
y todos los acababa dejando…
Por aquel entonces,nadie me comprendía, y yo tenía un vacío interno difícil de explicar.
¿Dónde estaban mis sueños?
¿Qué estaba haciendo con mi vida?
¿Esto era todo..?
Sentía que vivía la vida que otros querían y eso me frustraba tanto … casi más que el no atreverme a dar el paso otra vez.
Leía todo el tiempo sobre desarrollo personal y empecé a ir a alguna conferencia “rara” como denominaban mis amigos sobre el sentido de la vida, mentalidad, desarrollo personal.
Fué entonces, cuando me empecé a formar en paralelo en algunas ramas de la medicina tradicional china y finalmente en el 2014 despedí a mi jefe.
Me senté en su despacho y le dije cómo había imaginado tantas veces
Me voy
Esta vez, era diferente, había tomado una decisión interna inamovible.